jueves, 24 de octubre de 2013

FILOSOFÍA CONTEMPORANEA

Suele situarse el punto de partida de la Edad Contemporánea en el año 1789, fecha del inicio de la Revolución Francesa.

            El siglo XIX se inaugura bajo el influjo de la Revolución Francesa y las conquistas napoleónicas. El Congreso de Viena (1815) supuso en principio, el triunfo de la Restauración y la reconstrucción del mapa de Europa. Pero el equilibrio no se restablece. Las revoluciones de 1820183018481871  se inician en Francia (excepto la de 1820, en España) y se extienden por toda Europa. Los impulsos proceden del liberalismo, de los movimientos democráticos, el socialismo, y el anarquismo. Al mismo tiempo otro movimiento recorre el continente: el nacionalismo, que hacia fin de siglo deriva, en algunos casos, en imperialismo colonialista. Las transformaciones económicas y sociales producidas por la extensión de la Revolución Industrial contribuyen de forma definitiva a un cambio radical del panorama histórico .

Son las principales ideologías políticas del siglo XIX. La relación entre ellas ha sido variada: unas veces se han unido contra la Restauración, otras se han combatido entre si. El liberalismo económico, claro defensor del capitalismo, ha sido combatido por el anarquismo y el socialismo. Socialismo y anarquismo a su vez se han combatido mutuamente porque, para los segundos, los socialistas no eran lo suficientemente revolucionarios y radicales.

DIALÉCTICA

            Si la realidad es dialéctica, el conocimiento de ella ha de ser igualmente dialéctico. La concepción hegeliana tanto de la dialéctica como de la realidad guarda una relación de semejanza con la idea tradicional de lo orgánico como una totalidad dinámica, cada vez más compleja, en la que el resultado final es inconcebible sin la consideración del desarrollo. Así, parece imposible pensar en una mujer que no haya sido niña. Mujer y niña son y no son personas distintas, sino diferentes a un tiempo que son la misma; mujer y niña no son términos contradictorios, sino correlativos o dialécticos.  

            Como hemos dicho, si la realidad no es estática, sino dinámica y dialéctica es preciso encontrar un método afín a ella: el dialéctico. En efecto, para pensar dialécticamente la realidad, y por lo tanto, llegar a un conocimiento sistemático de ella (todo conocimiento, y especialmente la filosofía o saber absoluto debe ser, según Hegel, sistemática, es decir, debe dar cuenta de la totalidad, porque la realidad es un Todo = Sistema) es preciso dejar a un lado el entendimiento de tipo kantiano que la reduce a categorías estáticas, aislando a los entes de sus relaciones, y es preciso, según Hegel, hacer uso de la razón dialéctica, cuyas principales categorías son: relacióncontradicciónmovimiento y totalidad.

              El método dialéctico se compone de tres momentos: tesis, antítesis y síntesis. Esta terminología no es hegeliana sino que fue propuesta por otro pensador idealista: Fichte, aunque comúnmente se emplee por ser menos complicada que la empleada por Hegel. Veamos esos tres momentos:

              a) Tesis: es el momento afirmativo, pero toda afirmación tiene dentro de sí una contradicción. ej.: el día (tesis) necesariamente muere con la noche (antítesis). Cuando pienso en el día, inmediatamente pienso la noche, ambos términos son contradictorios, pero correlativos, se siguen el uno al otro.

              b) Antítesis: es lo contrario de la tesis, la negación de la afirmación anterior. La realidad es conflicto, lucha de contrarios, y esa contradicción es el motor de la dialéctica. Este momento es el que dinamiza la realidad, lo que la hace moverse. ej.: noche (negación del día).

              c) Síntesis: es la superación del conflicto, la negación de la negación anterior. Los dos momentos anteriores son a la vez eliminados y conservados. ej.: la tarde.

              La síntesis se convierte inmediatamente en tesis del proceso siguiente, que a su vez dará lugar nuevamente a una síntesis, que será a su vez, la tesis del proceso siguiente, y así sucesivamente, hasta el infinito. El proceso es continuo.

                                                  

Filosofía renacentista
La filosofía renacentista es la filosofía que se desarrolló en Europa desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que marcó el paso de la filosofía medieval a la filosofía moderna.
En primer lugar se caracteriza por ser un humanismo, que se centra en la filosofía medieval, que siempre tuvo a Dios en el centro, pues su principal objetivo era justificar la existencia de Dios. En el Renacimiento, Dios y el cristianismo dejaron de ser el punto central del pensamiento para dar paso al hombre como punto central. Un ejemplo puede ser el dibujo del Hombre de Vitruvio de Leonardo da Vinci, en el cual muestra la precisión del hombre como medida de todas las cosas.
A diferencia de lo que había ocurrido con la filosofía griega, que había centrado su reflexión en torno a la determinación del objeto, la filosofia medieval centrará su interés en Dios. La filosofía helenista había dado una orientación práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre. Es el caso del estoicismo y del epicureísmo, que habían colocado a la ética en el vértice del saber. A lo largo de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones mistéricas irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que competirán con los modelos filosóficos. Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofía manifestada por algunos de los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores encontrarán en la filosofía, especialmente a partir del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no sólo para combatir otras religiones o sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los misterios revelados. Surge de ahí una asociación entre filosofía y cristianismo o, más en general, entre filosofía y religión, que pondrá las bases de la futura filosofía medieval, entre los cristianos, los musulmanes y los judíos. El tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando subordinada la comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc. Al conocimiento que se pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará de entrar en diálogo con la razón. La inicial sumisión de la razón exigida por la fe, dejará paso a una mayor autonomía propugnada, entre otros, por Santo Tomás de Aquino, que conducirá, tras la crisis de la Escolástica, a la reclamación de la independencia de la razón con la que se iniciará la filosofía moderna.
La filosofía renacentista es la filosofía que se desarrolló en Europa desde el siglo XIV hasta el siglo XVI y que marcó el paso de la filosofía medieval a la filosofía moderna.
Primero que todo fue caracterizada por un giro humanista en contraste con la filosofía medieval. Ésta estaba caracterizada por haber tenido siempre a Dios en el centro, pues su principal objetivo era justificar la existencia de Dios. En el renacimiento Dios y el cristianismo dejaron de ser el punto central del pensamiento para dar paso al hombre como punto central. Un ejemplo puede ser el dibujo de Leonardo da Vinci, en el cual muestra la precisión del hombre como "Medida de todas las cosas". Estuvo influenciada en gran parte por la Guerra de los Treinta Años.
El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.
Pero el RENACIMIENTO supondrá una aportación fundamental en la sustitución de la visión aristotélica del mundo. "Renacimiento" deriva de "renacer". Efectivamente es un renacer del hombre en el mundo, una valoración de la investigación de la naturaleza como medio para alcanzar los "fines humanos". Influirán en esta transformación:
El humanismo: con su traducción de los clásicos, su antropocentrismo (contra el teocentrismo medieval) y su naturalismo (importancia de la investigación de la naturaleza, separación de lo natural frente a lo sobrenatural)
2. El aristotelismo renovado que introduce Averroes que valora la investigación empírica.
3. El platonismo y pitagorismo: que introduce máximas que influirán notablemente en las elaboraciones científicas: "reducir las irregularidades de la naturaleza a la regularidad de las matemáticas", "valoración de lo simple y lo armónico", etc...
EL HUMANISMO El humanismo supone una nueva concepción del ser humano como ser natural que vive en la Naturaleza como en su verdadero hogar. El ser humano es el centro y síntesis del Universo, por encima del cual sólo está Dios. Se destaca su individualidad y peculiaridad, así como su voluntad, libertad y poder de construir su propio destino.
Materiales de Historia de la Filosofía.
Materiales de Historia de la Filosofía para el debate. Destinado en principio al alumnado de 2º de bachillerato, aunque abierto a cualquier interesado en la temática filosófica. Este blog no tiene fin lucrativo, sino educativo. Ninguna sección incluye publicidad ni posee carácter comercial. En los materiales que no sean de elaboración propia aparecerá citada la fuente de procedencia. Los materiales propios pueden utilizarse libremente citando su procedencia.

jueves, 13 de diciembre de 2012

La filosofía en el Renacimiento: el humanismo

 El Renacimiento (siglos XV-XVI) puede ser considerado como un periodo de transición entre la filosofía medieval y la filosofía moderna.
Las fuerzas culturales más significativas durante el Renacimiento fueron el humanismo, la reforma protestante y la revolución científica. En el orden político-social se consolidan los Estados nacionales y las monarquías absolutas, aparece el capitalismo comercial y avanza la burguesía urbana. La caída de Constantinopla (1453) supone una mayor apertura del occidente europeo a la cultura griega antigua. Resurgen sistemas filosóficos griegos como el platonismo, especialmente en la Academia de Florencia, con pensadores como MarsilioFicino y Juan Pico dellaMirandola. Este último, en su discurso sobre "La dignidad del hombre" señalaba el carácter no terminado de éste último, con una existencia siempre en vías de hacerse.
Por otro lado, el aristotelismo quedó representado en pensadores como Pedro Pomponazzi que, en su escrito "De inmortalitateanimae" luchaba contra la inmortalidad del alma, y señalaba que, al igual que un tiburón y un león, que no pueden encontrarse porque uno vive en el océano y el otro en el desierto, así tampoco pueden encontrarse los filósofos y los teólogos.
Frente a la cultura teocéntrica medieval, el Renacimiento puso al hombre como punto de referencia (antropocentrismo). Este humanismo se caracterizó por su insistencia en la educación de las capacidades naturales humanas, por su individualismo y por la primacía concedida a los valores estéticos. Su antropocentrismo fue, además, naturalista, pues acentuaba los aspectos naturales del hombre, olvidando o minusvalorando su dimensión y destino sobrenatural. El naturalismo italiano estuvo representado por Giordano Bruno (en cuyo pensamiento confluyeron ciencia, filosofía, magia y religión) y Nicolás de Cusa (que con su debate sobre la infinitud del universo anticipó la moderna concepción de la naturaleza). El naturalismo germánico estuvo representado por Teofrasto Paracelso, otra mezcla renacentista de mago, naturalista, empírico y cosmósofo. En Paracelso, el hombre era un microcosmos, un universo en pequeño, en el que se entrelazaba las distintas dimensiones del macrocosmos.
Por último, en el terreno de la filosofía política debemos destacar la aparición de las Utopías, descripciones imaginarias de sociedades perfectas, inspiradas en los afanes renovadores de la época, con influjo de la teoría política de Platón y el estímulo de las noticias de la recién descubierta América. Entre las utopías del Renacimiento podemos destacar la "Utopía" de Tomás Moro (que dio nombre al género), la "Ciudad del Sol" de Campanella y la "Nueva Atlántida" de Francis Bacon.
En la línea "realista" política apareció el derecho natural burgués, la gran ideología de la liberación burguesa, en las teorías de los pactos de Estado de Hugo Grocio y Althusio. Además, "El Príncipe" de Nicolás Maquiavelo fue motivo de polémica en su época por su franco y utilitario realismo: en su teoría política, las consideraciones de orden ético quedan excluidas. Maquiavelo describe un poder político fuerte que se constituye triunfando sobre las codicias de los nobles y las pretensiones políticas del Papado. El fin de la vida política es la obtención y conservación del poder. Las reglas morales son reglas técnicas en relación con los medios para esos fines. Las acciones se juzgan  según sus consecuencias, no en sí mismos, y éstas son calculables.

A finales de la Edad Media, el misticismo representó una de las varias direcciones de la dispersión intelectual de la época. Pero, como ha señalado Randall Collins (2003:499) también apareció un nuevo tipo de intelectuales: los humanistas, con un capital cultural diferente y una base organizativa distinta. Formaban parte de la nobleza de la corte o de la administración, al servicio de los gobernantes seculares; y, tras la desintegración del papado, podían competir con el predominio anterior de los profesores de las universidades y los teólogos de la Iglesia. Incluso universidades como las italianas habían quedado al margen de la filosofía teológica de los escolásticos, convirtiéndose en el hogar de averroístas (Verni) y aristotélicos (Pomponazzi). Además, las universidades, antes concentradas en Francia e Inglaterra, proliferaron, descentralizándose aún más las bases de la vida intelectual.
Los humanistas escribían en lenguas vernáculas o en un latín que consideraban superior a los “barbarismos” de la escolástica universitaria. Algunos eran laicos y otros clérigos, o pertenecían a los grados menores, sin estar consagrados como sacerdotes. Otros eran griegos que huían del colapso del Imperio bizantino. Eran sobre todo eruditos de los textos, editores y traductores, interesados más en cuestiones de cultura secular que de filosofía abstracta, absorbidos en revivir los textos clásicos de la Antigüedad.
Según Collins, “Nicolás de Cusa fue el único filósofo destacadamente creativo en varias generaciones”, logrando unificar la mayor parte de las fuentes de capital cultural de la época (misticismo, humanismo y escolástica). Para Nicolás de Cusa, el universo ya no era tampoco jerárquico, sino descentrado. Desarrollando la noción matemática de infinito, el Cusano llegó a la coincidencia de opuestos: todas las formas geométricas se funden cuando se las agranda a una escala infinita. Aplicada a la cosmología, eso significa que el universo es una esfera cuya periferia no está en ninguna parte, y cuyo centro, por lo tanto, está en todas partes.
El Renacimiento percibió el periodo medieval anterior como una etapa de estancamiento intelectual, caracterizada por la pérdida de capital cultural (aunque la pérdida de la cultura griega ya se había dado en el periodo romano), el dominio de los clásicos (aunque los renacentistas ofrecerían un estancamiento del mismo tipo, con su adulación de los clásicos antiguos) y el refinamiento teórico (aunque en el Renacimiento, que se inicia en círculos muy externos al mundo universitario que dominó la vida intelectual medieval, hubo una gran ignorancia de la filosofía medieval).

Cuestiones para el cuaderno: ¿Podrías hacer un esquema comentado de las principales características de la filosofía del Renacimiento? ¿Cuáles fueron las características del nuevo tipo de intelectual que aparece en el Renacimiento? ¿Cuáles fueron las críticas que se hicieron en el Renacimiento al periodo medieval anterior?
FILOSOFÍA MEDIEVAL

1. Postura de S. Agustín, Santo Tomás de Aquino y Guillermo de Ockham en lo concerniente a la relación entre razón y fe.

* S. AGUSTIN
Pensaba que sólo por la fe se puede llegar a una comprensión acertada de la auténtica realidad y que a pesar de que las verdades de fe no son demostrables, se puede explicar por la razón que es verdad creerlas: “Comprende para creer y cree para comprender”. Todos sus pensamientos están orientados a hacer accesibles racionalmente los contenidos de la fe, apoyándose en la filosofía neoplatónica y en Pltonio. Para conseguir este objetivo colaboran tanto la fe como la razón del siguiente modo:

1º. La razón ayuda a comprender que creer y aceptar que la fe no es absurdo.
2º. La fe nos descubre la auténtica realidad, inaccesible a la sola razón.
3º. La razón se esfuerza en hacer inteligibles los contenidos de la fe.

* SANTO TOMÁS DE AQUINO(repasar)

Santo Tomás sostiene que nuestro conocimiento tiene su origen en lo que podemos captar a través de la experiencia sensible. Por lo que no podríamos lograr un conocimiento directo de Dios al ser una realidad inmaterial que no percibimos por los sentidos. Santo Tomás propone la existencia de dos ámbitos de conocimiento: el de la razón (Ej.: los conocimientos que nos proporcionan las ciencias) y el de la fe (Ej.: “Dios es a la vez uno y trino”). Pero existen algunos conocimientos que pertenecen a los dos ámbitos de fe y razón: que el alma es inmortal y que Dios existe. Estos dos ámbitos son independientes y autónomos pero no puede haber contradicciones entre ellos ya que la verdad es única. La razón le aportara procedimientos y argumentos a la fe para esclarecer sus verdades, y la fe le sirve a la razón como guía para no extraviarse en sus conclusiones. De esta forma Santo Tomás de Aquino sintetiza las posiciones de San Agustín y de Averroes.

* GUILLERMO DE OCKHAM

Rechaza la solución presentada por Santo Tomás de Aquino al problema entre fe y razón. Ockham defiende que la razón y la fe son conocimientos distintos con contenidos diferentes: la razón no puede alcanzar a conocer los contenidos considerados comunes a ambas. Por lo tanto, es indemostrable la existencia de Dios. De acuerdo con el principio de casualidad Ockham acepta que todo efecto tiene una causa la cual no tiene que ser Dios.

2. Filosofía Islámica: Averroes (Teoría de la doble verdad)

Esta teoría afirma la existencia de dos verdades: las verdades teológicas y las verdades filosóficas. Así se puede considerar que el alma es inmortal según la fe, pero corruptible y perecedera según la razón. Nos muestra un intento de defender la autonomía de la razón frente a la fe.

3. La Escolástica

Procede del término latino scholasticus que designa a “aquel que pertenece a la escuela”. Apareció en el ascenso del feudalismo y tuvo su origen en las escuelas fundadas en el Renacimiento carolingio, desarrollándose plenamente a partir del siglo XI. Es la filosofía que creció a partir de la enseñanza de las escuelas monásticas, una filosofía cristiana. El objetivo de los escolásticos no era buscar la verdad, ya que consideraban que la tenían, que cualquiera podía acceder a ella puesto que era la revelación divina. Por lo tanto el objetivo de ellos era profundizar en el conocimiento de las verdades de la fe a través de la razón sistematizando los contenidos de la verdad sagrada mediante un método filosófico, rebatiendo así las objeciones que podrían surgir del pensamiento racional contra esta verdad sagrada. Estos objetivos se pusieron en práctica con diferentes métodos. El principal fue el método de contraponer argumentos a favor y en contra de una determinada cuestión con discusiones largas cuidadosamente argumentadas. Este método es conocido como “pro et contra” o bien “sic et non”.

4. Las cinco vías de Tomás de Aquino.

* Primera vía: El movimiento como actuación del móvil: Es cierto y consta por el sentido que en este mundo algunas cosas son movidas. Pero todo lo que es movido es movido por otro. Por tanto, si lo que mueve es movido a su vez, ha de ser movido por otro, y este por otro. Pero así no se puede proceder hasta el infinito, así que es necesario llegar a un primer motor que no es movido por nada, el cual es entendido como Dios.
* Segunda vía: Prueba causal: Vemos que en este mundo sensible existe un orden de causas eficientes; pero no vemos ni es posible que algo sea causa eficiente de sí mismo, porque de lo contrario sería anterior a sí mismo, lo cual es imposible. Ahora bien, no es posible que en el orden de causas eficientes se proceda hasta el infinito, así que es necesario suponer una causa eficiente primera, que todos llaman Dios.
* Tercera vía: La contingencia: Nos encontramos con cosas que tienen posibilidad de existir y de dejar de existir, es decir son contingentes. Si toda la realidad fuera así podría suceder que nada existiera y entonces nada podría empezar a existir. Esta contingencia nos obliga a aceptar la existencia de un ser necesario, que no puede no existir, el cual es Dios.
* Cuarta vía: Diversos grados de perfección en las cosas: Encontramos en este mundo cosas más o menos buenas, más o menos verdaderas, más o menos nobles, etc. Ahora bien, el más y el menos se dicen de cosas diversas según la diversa aproximación a lo que es máximo en ese orden. Por eso ha de haber algo que sea un máximo ser, y este es Dios.
* Quinta vía: El gobierno del mundo: Vemos que algunas cosas que carecen de conocimiento, es decir, los cuerpos naturales, obran con intención de fin. Esto hace que el universo sea un cosmos, un todo ordenado, no un caos; y nos lleva a aceptar que existe una inteligencia ordenadora, que es Dios.

5. Los universales de Ockham y el significado de “la navaja de Ockham”

Para Ockham no existen esencias o naturalezas universales que correspondan a los conceptos fuera de nuestra mente. Cree que nuestra mente crea los conceptos como un acto mental posterior al conocimiento intuitivo por el que conocemos a los individuos, pero con el que no distinguimos unos de otros. Además estos conceptos se forman de manera espontánea, sin precisar ningún método para construirse.
Ockham distingue entre estos conceptos, que considera signos lingüísticos, tres tipos: las palabras habladas, los escritos y las palabras mentales. Distingue las palabras de los conceptos diciendo que estos son signos naturales y las palabras convencionales.
Este pensamiento de Ockham se conoce como nominalismo ya que niega que exista una realidad fuera de nuestra mente que corresponda a los conceptos universales.

LA NAVAJA DE OCKHAM
Este principio, llamado también principio de economía, se enuncia así: “No hay que multiplicar los seres sin necesidad”, es decir, que sólo se pueden aceptar aquellas cosas que conocemos por la intuición, eliminando así muchos conceptos y distinciones utilizadas por la escolástica. Este principio se convierte en una norma elemental de la ciencia moderna.

filosofía renacentista

6. Características del pensamiento renacentista.

Este periodo se caracteriza por el retorno a la Antigüedad Clásica puesto que representa un reencuentro con la literatura y el arte clásico, una revitalización del pensamiento y cosmovisión; por el antropocentrismo en el que se considera al hombre el centro de toda reflexión intelectual. También se le suma el individualismo ya que respeta y valora la originalidad y la peculiaridad de cada artista y de cada hombre en particular. Y por último se despierta la curiosidad y el anhelo por saber porque se cree en las capacidades humanas de conocimiento que se manifiesta en la intensa actividad que el hombre desarrolla en todos los ámbitos para buscar respuestas. Un autor que destaca en esta época es Leonardo da Vinci.

7. La revolución tecnológica: los grandes inventos de esta época.

* El invento de la brújula, que supone una nueva posibilidad de arriesgarse más allá del espacio conocido, abriéndose las posibilidades de los descubrimientos y de las colonizaciones.
* El telescopio, invención de Galileo, contribuye de una forma decisiva el cambio de la concepción del mundo. El hombre se da cuenta de la infinitud del mundo y cambia su visión geocentrista por la heliocentrista.
* La pólvora, que supone la revolución militar y la muerte de las costumbres caballerescas.
* Los nuevos ejércitos, basados en el poder de la artillería y tácticas de guerra y no en el potencial de caballería, son mucho más costosos y sólo los reyes pueden mantener ejércitos poderosos, siendo éste un factor más que explica la pérdida de poder de los señores feudales.
* La imprenta, de Gütemberg, permite el comienzo de la cultura escrita, que hasta ahora había estado restringida a los monasterios. Se desarrollan las Universidades, que pronto adquieren una especial importancia para la secularización de la cultura.

8. La revolución científica: Copérnico, Képler y Galileo.

* COPERNICO: formuló una nueva imagen del universo más simple y con mayor coherencia geométrica, permitía calcular la distancia real de las orbitas de los planetas respecto al sol tomando como unidad de medida la Tierra y además explica el carácter especial de los planetas interiores. Pero el movimiento de rotación de la Tierra planteado por él tiene consecuencias físicas que no se observan en la experiencia y para el movimiento de traslación afirma que las dimensiones del universo son mayores a lo que entonces se creía. Incluye un tercer tipo de movimiento en la Tierra de oscilación sobre el plano de la elíptica, pero no explica todas las irregularidades del movimiento de los planetas.
* KÉPLER: promulgo tres leyes:
1ª Ley de las órbitas: la trayectoria de todos los planetas se representa mediante una elipse, en uno de cuyos focos se encuentra el Sol. No existen los epiciclos y se explica matemáticamente la excentridad de las órbitas.
2ª Ley de las áreas: “Las áreas barridas por el radio de la órbita de un planeta son iguales en intervalos de tiempo iguales”. Así se suprimen los ecuantes.
3ª Ley de los periodos: “Para todos los planetas, la relación entre el cuadrado del tiempo de su revolución en torno al Sol y el cubo de sus distancias medias es constante”. Establece una relación matemática entre el periodo orbital de los planetas y el tamaño de su órbita.
Además de su actitud metodológica se pueden sacar dos conclusiones: 1. Los datos de la experiencia tienen que organizarse en modelos matemáticos, 2. La observación empírica determinará el modelo.
* GALILEO: contribuye a la nueva ciencia con aportaciones en dos campos específicos: la astronomía y la mecánica. Conforme a la mecánica trata el principio de inercia y el estudio del movimiento uniformemente acelerado en relación con la caída de los cuerpos. De esta ley se deduce le principio de la relatividad galileana, según el cual “no se puede saber desde un sistema inercial con movimiento uniforme y rectilíneo si el sistema está en reposo o en movimiento”. Además contradice la explicación de Aristóteles sobre la caída de los cuerpos en función del peso y la resistencia del medio sustituyendo el planteamiento cualitativo aristotélico por otro cuantitativo, e introduciendo una revolución metodológica. Por último, comprueba experimentalmente la conclusión anterior mediante le artificio de los planos inclinados suponiendo que “los incrementos de la velocidad de un mismo móvil en planos de diversa inclinación son iguales, cuando las alturas de esos planos son iguales”.

9. Contexto filosófico: Maquiavelo (¿Qué ideas defiende en su obra El Príncipe?) y Tomás Moro (¿De qué nos habla en su obra Utopía?).

Maquiavelo en su obra El Príncipe defiende que la virtud y la fortuna son los principios que rigen la acción política afirmando que el objetivo fundamental de un príncipe es guiarse por los dictados de la necesidad, que es mantener el poder. Así un príncipe prudente “defiende lo que es bueno cuando puede” y “sabe cómo hacer mal cuando es necesario” (actuar moralmente no siempre es lo más racional”. También este príncipe debe comportarse como el león y la zorra, es decir, debe ser temido antes que ser amado ya que un príncipe amado puede ser objeto de desprecio, pero nadie ofenderá a un príncipe temido siendo así más fácil mantener el Estado. Según éste los fundamentos de un Estado son “las buenas leyes y los buenos ejércitos”, siendo éstos últimos más importantes. Además se debe conseguir, mediante una legislación constitucional que establezca un equilibrio entre las dos facciones opuestas, los ricos y el pueblo, que los ciudadanos coloquen el bien de su comunidad por encima de sus intereses, previniendo la “arrogancia de los ricos” y el “libertinaje del pueblo”.

Tomás Moro en su libro Utopía nos habla de las cuestiones filosóficas, políticas y económicas en la Inglaterra contemporánea del autor además es la narración de uno de los personajes de la isla Utopía. Esta isla es una comunidad pacífica que establece la propiedad común de los bienes, en contraste con el sistema de propiedad privada y la relación conflictiva entre las sociedades europeas contemporáneas a Tomás Moro.  Las autoridades son determinadas en Utopía mediante el voto popular, aunque con importantes diferencias con respecto a las democracias del siglo XX.

10. Contexto religioso: La Reforma Protestante.

El principal autor de la reforma fue Martín Lutero que en su viaje a Roma tuvo que enfrentarse a la cruda realidad. Lutero vivió indignado con la campaña de las indulgencias que consistía en vender dichas indulgencias a los fieles para perdonarle sus pecados y asegurarles el cielo. Pero Lutero advirtió de este hecho a las autoridades eclesiásticas que respondieron con el silencio; esto conllevo a denunciar el escándalo. Una vez publicadas sus 95 tesis, Lutero fue denunciado por la Inquisición y llamado a Roma para defenderse. Este hecho supuso un nuevo cisma dentro de la Iglesia. De este modo los seguidores de Lutero y otros reformadores fundaron la Iglesia protestante que se separó de la católica.

















EL POSITIVISMO Y SOCIALISMO




Es interesante mostrar cómo un buen grupo de los positivistas argentinos, especialmente los que siguieron la influencia de la Escuela de Paraná, se orienta hacia el socialismo. Del mismo positivismo van a deducir los postulados para establecer la justicia social en la Argentina. Desde luego, no siguen al comunismo. Éste les parece una solución extrema que puede ser evitada. Un mal no necesario. Algunos, como José Ingenieros y Juan B. Justo, hacen la revisión del marxismo combinándolo con el positivismo de Spencer. Otros encuentran en Comte presupuestos de justicia social menos violentos que en los deducidos por la filosofía marxista.
Una de las soluciones al problema social que plantea la lucha de clases la encuentran en la elevación del nivel educativo del trabajador. Tal intentó hacer Pedro Scalabrini en la Escuela Normal Popular de Esquina, que es puesta a su cargo. De esta escuela nos dice Víctor Mercante: “¡Qué hermoso ideal democrático, un obrero ilustrado, con todas las idealidades de la vida, un obrero que sepa conservar la salud y evitar las enfermedades, que sepa hablar, leer y escribir correctamente, que sepa sentir y utilizar los hechos y las leyes de orden material, vital y humano, un obrero que, en fin, sepa cumplir los deberes de la vida” (Mercante 1917). En esta escuela se diploman en oficios como se diploman en profesiones: “mucamas, niñeras, lavanderas, agricultores, carpinteros, herreros, sastres, zapateros”. Ahora bien, “transformar la educación en profesión para los niños o niñas que terminan sus estudios en la Escuela Popular, con su diploma correspondiente, que tiene, según mi modo de pensar, un gran valor permanente, porque ennoblece la profesión como la del médico, del ingeniero, del abogado, del maestro, del dentista, comprueba su preparación general y especial y señala a sus alumnos un rumbo fijo, una destinación práctica, en armonía con sus inclinaciones y aptitudes conocidas y reconocidas de acuerdo con sus padres o tutores”. Lo importante es dignificar el trabajo más humilde, darle la categoría que le corresponde en la sociedad. “La Escuela Popular está muy cerca de este ideal. Desde luego se rinde homenaje al trabajo productor y moralizador; a sus ojos la lavandera de Esquina y el emperador de Alemania son igualmente responsables, si cumplen dignamente los deberes de su profesión” (Mercante 1917).
Manuel A. Bermudes, del grupo de positivistas de la Escuela de Paraná, en un artículo titulado “Educación y socialismo”, hacía la defensa de los derechos del obrero a la ilustración. “La ignorancia —decía— no puede ser fuente de felicidad” (Bermudes 1897), oponiéndose en esta forma a quienes aseguraban que la difusión de las primeras letras era una crueldad. “No es la instrucción la que causa males en la sociedad, sino la falsa dirección moral que se imprime al espíritu”. Todas las masas siguen a sus jefes, “pero un pueblo ilustrado tendrá buen sentido para elegir o inclinarse hacia el mejor candidato, y ésta es ya una ventaja apreciable”. Es falso que sea una irritante injusticia la difusión de las primeras letras. Todo lo contrario. “El que llega a comprender su situación, siendo pobre, no se alarmará porque haya ricos, ni renegará de su choza humilde ni de sus rústicos padres”. El reconocimiento de la existencia de otras realidades, además de la propia, no implica necesariamente la infelicidad. La educación, por el contrario, ayuda al individuo a conocer el lugar social que le corresponde y a que se haga responsable de él. Conociéndolo “tenderá a perfeccionarse y a elevarse” (Bermudes 1897).
Se dice que el humilde tiende a ser necesariamente un delincuente; pero no hay tal. “Esa clase mal llamada superior, que pervierte sus instintos en orgías, que se eleva sin justicia y muchas veces contra ella, ésa es la clase peor, la más peligrosa; pero a la que el pueblo no conoce, porque no se le quiere dar el beneficio humano de instruirlo para conocerla.

J. Alfredo Ferreira, al terminar su “Síntesis de la política positiva de Comte”, mostraba también las relaciones del positivismo comtiano con el socialismo, encontrando en ellas una mejor solución al problema social que la ofrecida por el comunismo. “La utopía del comunismo —decía— ha sido útil, sin embargo, porque ha convencido a los proletarios de que la propiedad les importa más que el poder”.

 Carlos Marx no fue propiamente filósofo, sino más bien un economista y un sociólogo que prestó también atención a otros muchos campos: política, derecho, historia, estética y filosofía. Nació en Tréveris, Renania (1818) y murió en Londres, en 1895. Se educó en un ambiente liberal y democrático, opuesto al régimen absolutista prusiano. Estudió Derecho en Bonn y Berlín, pero se fue interesando cada vez más por la filosofía -”sin un 
sistema filosófico no se puede entender nada”-. En 1841 se doctoró en filosofía en Jena, con una tesis sobre “Diferencia entre las filosofías de Demócrito y Epicuro”. Comenzó leyendo a Hegel y a Feuerbach en profundidad. Sus primeros trabajos fueron colaboraciones en periódicos de la burguesía renana, abordando problemas sociales. Prohibieron el periódico y marchó a París en 1843.


IDEALISMO CLÁSICO ALEMAN


En su desarrollo, por ser una instancia de encuentro de personas de diferentes visiones, se abrió a las más variadas escuelas del pensamiento filosófico , sin despreciar ni abanderizarse a priori con ninguna .

La palabra humanismo proviene del latín “ humanitas “ , y se expresa en toda doctrina que se interesa básicamente por el sentido y el valor del hombre y de lo humano, tomándolo como punto de partida de sus planteamientos.

El término Humanismo se puede aplicar a tres momentos históricos distintos: al fenómeno sociocultural de los siglos XIV y XV , conocido como humanismo del Renacimiento, al nuevo humanismo del período del clasicismo y del romanticismo alemán de los Siglos XVIII y XIX y a los humanismos contemporáneos basados en sistemas filosóficos más generales y de orientación fundamentalmente ética.

El idealismo alemán es una escuela filosófica que se desarrolló en Alemania a finales del Siglo XVIII y comienzos del siglo XIX. Surgió a partir de la obra de Immanuel Kant en los años 1780 y 1790, vinculado estrechamente con el Romanticismo, la Ilustración y el contexto histórico de la Revolución Francesa y las posteriores Guerras Napoleónicas.

Los principales pensadores del movimiento fueron , además del propio Kant, Johann Gottlieb Fichte, Friedrich Schelling y George Wilhelm Friedrich Hegel . También pertenecen a esta escuela filosófica filósofos de talla menor como Friedrich Heinrich Jacobi , Gottlob Ernst Schulse, Karl Leonard Reinhold y Friedrich Schleiermacher .

El termino idealismo designa las teorías que , en oposición al materialismo , sostienen que la realidad extramental no es cognoscible tal como es en si misma y que el objeto del conocimiento está preformado o construido por la actividad cognoscitiva. Las distintas variantes del idealismo postulan distintos principios que modelan y conforman nuestra imagen del mundo de una manera determinada; la entidad en sí de lo real permanece en principio incognoscible, aunque la reflexión permita aproximarse asintomaticamente a un conocimiento más refinado, en las teorías del idealismo subjetivo o trascendental .


FILOSOFÍA MODERNA DEL SIGLO XVIII


La Filosofía Moderna comienza en el segundo tercio del siglo XVII, en el que se publican las obras de Descartes, y termina al final del primer tercio del siglo XIX, con la muerte de Hegel (1831).
Los grandes polos que dinamizarán le Filosofía Moderna son:
.El Racionalismo francés (siglo XVII): Descartes, Spinoza, Malebranche, Leibniz.
.El Empirismo inglés (siglo XVIII): Locke, Hume.
.En el último tercio del siglo XVIII, en la Ilustración,  Kant supondrá el intento de superar, sintetizándolos, estos dos movimientos filosóficos.
.Posteriormente el Idealismo alemán  intentará potenciar y desarrollar las tesis kantianas, culminando en el sistema de Hegel,  con cuya muerte se finaliza la Edad Moderna de la Filosofía.


Mientras el racionalismo domina el Siglo XVII, el empirismo alcanza su culmen en el s. XVIII.
Hay que buscar sus raíces en el auge de las ciencias de la naturaleza y en el desarrollo del método experimental en Inglaterra (escuela de Oxford y Francisco Bacón). Se conoce como empirismo la doctrina filosófica que se desarrolla en Inglaterra en parte del siglo XVII y el siglo XVIII, y que considera la experiencia como la única fuente válida de conocimiento. Sólo el conocimiento sensible nos pone en contacto con la realidad. Teniendo en cuenta esta característica, los empiristas toman las ciencias naturales como el tipo ideal de ciencia, ya que se basa en hechos observables. Los empiristas consideran que la experiencia sensible es el origen y el límite de todo conocimiento: el alma carece de ideas innatas; todo conocimiento parte de datos sensoriales y no puede ir más allá de ellos.






FILOSOFÍA MODERNA DEL SIGLO XVII



La filosofía del siglo XVII


 En Occidente es considerada generalmente como el comienzo de la filosofía moderna, y la eliminación del acercamiento medieval, especialmente la escolástica. A menudo se le llama "Edad de la Razón" y se considera como sucesora del Renacimiento y predecesora de la Ilustración. Alternativamente, puede verse como la primera parte de la Ilustración.
En la filosofía occidental, el periodo moderno se asume que empieza con el siglo XVII— más específicamente, con la obra de René Descartes, que estableció los temas y el método de quienes le siguieron. Es un periodo caracterizado por los constructores de grandes sistemas— filósofos que presentaron sistemas unificados de epistemología, metafísica, lógica, y ética, y a menudo política y también las ciencias físicas.

Immanuel Kant clasificó a sus predecesores en dos escuelas: los racionalistas y los empiristas,1 y la Filosofía moderna temprana (tal como se conoce a la filosofía de los siglos XVII y XVIII) a menudo se caracteriza en términos de un supuesto conflicto entre estas escuelas. Esta división parece una excesiva simplificación, y es importante ser conscientes de que los filósofos involucrados no pensaban en ellos mismos como pertenecientes a estas escuelas, sino en una misma empresa filosófica.







FILOSOFÍA CONTEMPORANEA

Suele situarse el punto de partida de la Edad Contemporánea en el año 1789, fecha del inicio de la Revolución Francesa.
         
 El siglo XIX se inaugura bajo el influjo de la Revolución Francesa y las conquistas napoleónicas. El Congreso de Viena (1815) supuso en principio, el triunfo de la Restauración y la reconstrucción del mapa de Europa. Pero el equilibrio no se restablece. Las revoluciones de 1820183018481871  se inician en Francia (excepto la de 1820, en España) y se extienden por toda Europa. Los impulsos proceden del liberalismo, de los movimientos democráticos, el socialismo, y el anarquismo. Al mismo tiempo otro movimiento recorre el continente: el nacionalismo, que hacia fin de siglo deriva, en algunos casos, en imperialismo colonialista. Las transformaciones económicas y sociales producidas por la extensión de la Revolución Industrial contribuyen de forma definitiva a un cambio radical del panorama histórico .





FILOSOFÍA MEDIEVAL

FILOSOFÍA MEDIEVAL

Bajo el nombre de Escolástica se comprende la especulación filosófico-teológica forjada en las escuelas de la Edad Media. Se tenía antes la idea, que aun hoy no ha desaparecido por completo, de que la filosofía escolástica de la Edad Media muestra una estructura del pensamiento completamente unísona y uniforme, que representa una recapitulación y compendio del pensamiento antiguo y del de los Santos Padres y que sólo tiene valor en el orden del pensamiento en cuanto contiene lo que existía en sus fuentes y predecesores. Es cierto que se encuentra en la Edad Media una mayor comunidad y convergencia en el método y en las fundamentales convicciones filosóficas que en la filosofía de la Edad Moderna; podemos designar con C. Baeumker esta unidad de forma y este carácter de su contenido como «acervo de la Escolástica» o, con M. de Wulf, como «la síntesis escolástica». Sin embargo, encontramos en la Escolástica una «diferenciada variedad y una tensión vital» (Baeumker), mucho mayor movimiento y multiplicidad de direcciones y corrientes de lo que antes podía sospecharse.


Como la silueta de una montaña vista de lejos parece uniforme y cuanto más nos acercamos a ella tanto mejor se nos muestra en su estructura y en su riqueza de formas, así le sucede al que se sumerge en el estudio sobre todo de las fuentes y textos de la filosofía medieval y además recoge la impresión de los materiales escolásticos hasta ahora inéditos y desconocidos. Por esto no es posible hacer en pequeño espacio una descripción completa del sistema escolástico. Es preferible, como lo ha hecho Baeumker de una manera que puede servir de modelo en su exposición de la filosofía europea de la Edad Media, resumir primeramente los rasgos característicos comunes a todas las múltiples formas del pensamiento escolástico, señalar la unidad del fondo espiritual, bosquejar después las lineas capitales del desenvolvimiento de la filosofía medieval y finalmente presentar el sistema filosófico de uno de los maestros de la Escolástica en su íntima conexión. En primer término, se presenta aquí a nuestra consideración Santo Tomás de Aquino, pues su filosofía es el más valioso tipo del pensamiento escolástico por su contenido y por su método, y el que más poderosamente ha influido en las generaciones posteriores.

Como toda ocupación humana en el creyente corre el riesgo de vivir su fe mecánicamente por decir algo la liturgia en un principio fue celebración gozosa de un credo y una experiencia , pero con el tiempo se transmuta por la inercia del movimiento es decir por la repetición medrosas por formulas incapaces de entusiasmar, es decir que si queremos rehacer la fe debemos regresar a la fuente no original pero no podemos regresar a la misma sin una filosofía de la traducción y de horizonte desde que el regresa y se pregunta por los comienzos.

No hay animación divina del mundo, si no acto creador porque el mundo, se independiza y es objeto de labor humana. En un sentido el mundo es incrédulo. El que interroga al mundo no descubre al hombre si no su propia soledad.