FILOSOFÍA MEDIEVAL
Bajo
el nombre de Escolástica se comprende la especulación filosófico-teológica
forjada en las escuelas de la Edad Media. Se tenía antes la idea, que aun hoy
no ha desaparecido por completo, de que la filosofía escolástica de la Edad
Media muestra una estructura del pensamiento completamente unísona y uniforme,
que representa una recapitulación y compendio del pensamiento antiguo y del de
los Santos Padres y que sólo tiene valor en el orden del pensamiento en cuanto
contiene lo que existía en sus fuentes y predecesores. Es cierto que se
encuentra en la Edad Media una mayor comunidad y convergencia en el método y en
las fundamentales convicciones filosóficas que en la filosofía de la Edad
Moderna; podemos designar con C. Baeumker esta unidad de forma y este carácter
de su contenido como «acervo de la Escolástica» o, con M. de Wulf, como «la
síntesis escolástica». Sin embargo, encontramos en la Escolástica una «diferenciada
variedad y una tensión vital» (Baeumker), mucho mayor movimiento y
multiplicidad de direcciones y corrientes de lo que antes podía sospecharse.
Como la silueta de una montaña vista de lejos parece uniforme y cuanto más nos acercamos a ella tanto mejor se nos muestra en su estructura y en su riqueza de formas, así le sucede al que se sumerge en el estudio sobre todo de las fuentes y textos de la filosofía medieval y además recoge la impresión de los materiales escolásticos hasta ahora inéditos y desconocidos. Por esto no es posible hacer en pequeño espacio una descripción completa del sistema escolástico. Es preferible, como lo ha hecho Baeumker de una manera que puede servir de modelo en su exposición de la filosofía europea de la Edad Media, resumir primeramente los rasgos característicos comunes a todas las múltiples formas del pensamiento escolástico, señalar la unidad del fondo espiritual, bosquejar después las lineas capitales del desenvolvimiento de la filosofía medieval y finalmente presentar el sistema filosófico de uno de los maestros de la Escolástica en su íntima conexión. En primer término, se presenta aquí a nuestra consideración Santo Tomás de Aquino, pues su filosofía es el más valioso tipo del pensamiento escolástico por su contenido y por su método, y el que más poderosamente ha influido en las generaciones posteriores.
Como toda ocupación humana en el creyente corre el riesgo de
vivir su fe mecánicamente por decir algo la liturgia en un principio fue
celebración gozosa de un credo y una experiencia , pero con el tiempo se
transmuta por la inercia del movimiento es decir por la repetición medrosas por
formulas incapaces de entusiasmar, es decir que si queremos rehacer la fe
debemos regresar a la fuente no original pero no podemos regresar a la misma
sin una filosofía de la traducción y de horizonte desde que el regresa y se
pregunta por los comienzos.
No hay animación divina del mundo, si no acto creador porque
el mundo, se independiza y es objeto de labor humana. En un sentido el mundo es
incrédulo. El que interroga al mundo no descubre al hombre si no su propia
soledad.
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